Ataque sónico sostenido

Karnivool “Sound Awake” (2009)

El sonido innovador no es (en sí mismo) una cualidad que pueda sustentar a una banda, los ejemplos sobran y siempre es injusto e impreciso definir una banda como buena solo porque “suena bien”. Es por eso que cuando en el 2005 comenzó a nombrarse a Karnivool, me resultaban odiosas las críticas que les hacían, acusándolos de ser una mera copia de A Perfect Circle, si bien es cierto que “Themata” (2005) el disco debut de los australianos tiene muchos puntos en común con la genial banda de Maynard James Keenan, no todo era tan así. Personalmente noté que en el primer disco ya se veía un espíritu aventurero que bajo toda la maraña sónica de rock/metal alternativo, se escondían ciertos toques de personalidad y coqueteo progresivo que unos años más tarde se convertirían en la marca registrada de estos muchachos.

 Desde los primeros segundos de darle play a “Sound Awake” (2009) las cosas quedan claras, estos tipos quieren reventarte el cráneo, pero no con la brutalidad de la música sino con un hábil uso del sonido y los intrincados arreglos, escuchen sino el demoledor bajo de “Simple Boy”, el tono del bajista Jon Stockman aplasta liderando el riff, el batero Steve Judd acompaña firme y las guitarras de Mark Hosking y Drew Goddard mantienen un extraño dialogo, nunca lineal, y siempre atrapante, son esos tipos que uno no imagina tocando separados, es más, parecen dos hemisferios de un mismo cerebro. El álbum fluye siempre preciso y contundente, con momentos de belleza enormes como “New Day”, piñas a la mandíbula como “Goliath” o momentos épicos como “Deadman” o “Change”, evidenciando una gran madurez compositiva desde su (muy buen) álbum debut a este disco, otro punto a destacar es la voz de Ian Kenny, blanco de muchas acusaciones por parte de los acérrimos fanáticos de Tool, de ser un segundón de Maynard. No creo que sea así, son evidentes las similitudes pero el flaco tiene lo suyo. Este disco los ubicó a la vanguardia del rock alternativo/progresivo, y los llevo a compartir cartel con gigantes como Muse, Meshuggah, Riverside, Between the Buried and Me o los mismísimos Tool. Fueron muy inteligentes compositivamente, lo cual quedo claro cuando en el 2013 editaron “Asymmetry”, sin repetirse y evolucionando constantemente. Sonidos modernos eran los de antes, estos australianos lo saben bien, tomaron sus muy disimiles influencias y las proyectaron en este excelente disco, de mi parte queda solamente decirles que no se lo pierdan.

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