jueves, 10 de diciembre de 2015

"Flota de Zorros" (Por Pato Vera)


Fleet Foxes “Fleet Foxes” (2008)



Sacarle el jugo a tu banda/artista favorito es un proceso apasionante de transitar para quienes no podemos despegarnos de endulzar nuestros oídos con música muy a menudo, pero llegando al final de este proceso, yo me pongo como vieja que sabe que la novela se le termina la semana siguiente.

Fan confeso de Soda/Cerati, y habiendo recorrido su discografía ida y vuelta como colectivo en pueblo chico, encontré cómo alargar mi vicio exprimidor: Indagar sobre las influencias de ese artista (por épocas). Es asi como cai en estos barbudos de Seattle: Fleet Foxes. Su disco homónimo (2008) es una clara influencia (tan clara que mejor no aclaremos mucho, tema 4, guiño guiño) sobre el ultimo disco de cerati, Fuerza Natural (2009). Y es que estos barbetas hacen Folk, moderno, del bueno, sobrecargado de reverberaciones, popero por momentos, es decir, EXQUISITO para los amantes del sonido Clean. Consciente de sus cualidades, Robin Pecknold, puso su voz bien a lo largo de todo el disco, y no se equivocó.


Tomando la antorcha de los históricos “still, nash & Crosby” llenos de armonías vocales precisas, guitarras acústicas y las infaltables mandolinas yankee style, pero agregándole batería y guitarra reverbeléctrica, te van convenciendo desde el primer tema, de subirte a su viaje de 39 minutos de bajas pero marcadas pulsaciones country-folkleras.


Entre los 10000000 generos musicales inventados por la raza humana, yo pondría a este disco en la góndola de música dominguera de la buena, ideal para escuchar tipo 18:51 hs, en un lugar al aire libre acompañado de alguna mascota como un caballo y por las dudas tenete una violita acústica a mano, porque seguro vas a querer rasgar algunos acordes.

lunes, 7 de diciembre de 2015

"No somos el centro, solamente un eslabón."

Poveglia - Yersinia Pestis (2015)

Cuántas bandas han surgido del cero absoluto, de los amigos haciendo el aguante y de los errores? No me cabe duda de que Poveglia forma parte de esa música menospreciada por los oídos cuadrados y pretencios, esos que no se animan a cuestionar lo predecible.

La magia de un disco puede presentarse de formas inesperadas, como en este caso.
Yersinia pestis presume una morbosa personalidad, suena como a demo, pero de alguna manera te enamoras de su sonido a los 5 minutos de haberle dado al play. Lamento no vivir en Buenos Aires... Muero de ganas de ir a todas y cada una de las tocadas de estos limados. 



Alto mérito para ellos por haber grabado semejante disco en vivo, no podría haber sido de otra manera. ¡Encima es un debút!
 


Paremos de leer boludeces y bajemos música independiente: Yersinia Pestis (2015)